martes, 23 de septiembre de 2014

Te he visto con otro.

Te he visto con otro

Te he visto con otro, con otro querida,
y vas de su brazo, como antes de mí,
al verte sonriente entristeces mi vida,
yo sé que lo quieres, se refleja en ti.

Te he visto con él, te lleva en sus manos,
así como yo te solía llevar,
endulza tus sueños, sueños de verano
y hace que vuelvas nuevamente a soñar.

Te regala rosas, flores cada mes,
te lleva a pasear en noches de estrellas,
te pone tu mundo de amor al revés
cuando te ofrece el mar, su arena y su huellas.

Yo te he visto amada feliz a su lado
cantando poesías, cantando al amor.
Y es triste porque ya me has olvidado
y yo muero mi vida, muero de dolor.

Te he visto con otro, con otro querida,
y vas de su brazo, como antes de mí,
al verte sonriente entristeces mi vida,
y sé que lo quieres, como antes a mí.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Tus ojos son míos


Tus ojos son míos

Tus ojos son míos,
más míos que tuyos.
Más que de los peces
la claridad del río.

Tus ojos infinitos,
negros como la noche,
son tuyos y míos,
tan dulces y bonitos.

Tus ojos son claros
como la esplendida luna,
tus ojos son míos,
como tú ninguna.

Tus ojos tan dulces,
cuando yo los miro
me dejan absorto;
me roban suspiros.

Tus ojos amorosos,
tan llenos de fulgor
me roban el aliento
me matan de amor.

Tus ojos son míos
los llevo conmigo.
Tú eres el camino,
tú eres mi abrigo.

Tus ojos son míos
como del pasto la flor.
Tus ojos son míos
me matan de amor.

Amor, amor, amor


Amor, amor, amor 

Amor, amor, amor, sombrío como la noche de estío.
Viajas con las piedras del caudal:
silenciosa, fragante, delirante.


Amor, amor, amor.
Cayendo como la luna en el sendero.
¿Dónde te conocí, en que lugar te he visto?
¿De qué manantial es tu desembocadura?
Reposas en la penumbra sigilosa,
allí donde nadie te espera,
con tus ojos nocturnos, lejanos, ajenos.


Amor, amor, amor, de ciega ciénaga rebosando
esperando el caer de un naufrago perdido.
Pero es fácil caer en tu telaraña,
eso lo sé porque he caído en tu red.


Amor, amor, amor, de pétalos, de claveles,
invádeme con tu sosiego, con tu fuego abrasador.
Y dame del néctar imprudente que derramas.
Y déjame caer como pluma
en el abismo deslumbrante de tu piel.


Amor, amor, amor,
déjame soñar tu sueño
reposar en tu aposento
y dormir junto a ti.

Tus ojos azules


Tus ojos azules

La noche vestida de ojos azules
con lumbre fogosa que prenden el alma.
La luna fragante: ensueño nocturno.
Y una candidez en el recóndito cielo.


La luna neutral me grita, me llama,
suena en el viento una canción de cuna,
titilan los luceros amor de sosiego
y cubren el sendero: tus ojos azules.


Amor te derramas, te fundes en tu seno,
el verso absorto se calma cual cieno
y en esas miradas se esconde un secreto
un amor tan puro, tan hondo, tan pleno.


La noche vestida de ojos azules.
Son tus ojos bellos la noche que quiero,
parecen azules; tal vez, son sólo negros,
tus ojos nocturnos, fragantes... Venero.



Tus ojos se marchan son como el lucero
que el albor ausenta, lo esconde en el cielo.
Pero allí están para alumbrar de nuevo,
tus ojos azules, aquellos que anhelo.

Me duermo en tu lecho, amor, dulce encuentro.
Un sueño me mata. Y escucho: Te quiero.
Un secreto entonces guardas en tu lecho
sigilo en tu boca y llama en tu pecho.
Tus ojos azules, tal vez eran negros.

Mujer bendita


Mujer bendita

Y cuántas veces no te has equivocado,
y has caído, y te has levantado,
y has dado un paso más sin mirar hacia atrás,
y has avanzado poco a poco pero cada vez más.

Y cuántas veces no has llorado a solas,
y has fingido una sonrisa, cuando has sentido dolor.
Y cuantas veces no has querido parar las horas
para sentir un poco más de amor.

Y sin embargo, has sido fuerte, has sido fiel.
Tu amor rotundo, permanente e infinito.
Mujer bendita, de arcoiris, perfume fragante, dulce miel.
Tú, mi madre linda, querida y fuerte, mi amor bonito.

Quisiera esta noche


Quisiera esta noche

Quisiera esta noche besarte los labios,
sentir tus caricias, amarnos los dos;
beber tu néctar fogoso y tan dulce,
perderme en tu lecho infinito de amor. 

Quisiera esta noche embelesar mi cuerpo,
desnudar tu alma, quitarte la voz
y entre un gran suspiro besarte la boca;
esta noche loca que deseamos tú y yo.

Quisiera esta noche decirte mil cosas
tiernas como rosas, hermosas como tú.
Susurrar en tu oído: quieres ser mi esposa,
y ver tu mirada, perderme entre vos.

Quisiera esta noche amarte de nuevo
subir juntos al cielo hasta perder la razón,
decirte al oído lo mucho que te quiero,
dejar en tus manos todo mi corazón.

Quisiera esta noche soñar a tu lado
y besar tus labios, amarnos los dos;
embriagar el lecho y sentirme atado
a tu amor rotundo, a tu gran amor.

Canción para ella


Canción para ella

Ella, sentada en su alcoba llorando triste
por un amor.
Ella miraba el cielo desesperada
no comprendía
su desamor.
Rogaba a Dios por que algún día la perdonara.
Pero su ausencia
se hizo peor.
La noche oscura, ella en su alcoba
y una soga...
cegó a la flor.