miércoles, 3 de septiembre de 2014

Amor, amor, amor


Amor, amor, amor 

Amor, amor, amor, sombrío como la noche de estío.
Viajas con las piedras del caudal:
silenciosa, fragante, delirante.


Amor, amor, amor.
Cayendo como la luna en el sendero.
¿Dónde te conocí, en que lugar te he visto?
¿De qué manantial es tu desembocadura?
Reposas en la penumbra sigilosa,
allí donde nadie te espera,
con tus ojos nocturnos, lejanos, ajenos.


Amor, amor, amor, de ciega ciénaga rebosando
esperando el caer de un naufrago perdido.
Pero es fácil caer en tu telaraña,
eso lo sé porque he caído en tu red.


Amor, amor, amor, de pétalos, de claveles,
invádeme con tu sosiego, con tu fuego abrasador.
Y dame del néctar imprudente que derramas.
Y déjame caer como pluma
en el abismo deslumbrante de tu piel.


Amor, amor, amor,
déjame soñar tu sueño
reposar en tu aposento
y dormir junto a ti.

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