jueves, 7 de agosto de 2014

He callado


He callado


He callado mil veces, mil veces he callado
este amor que me quema el alma con su fuego.
He callado, he sufrido, más no he superado
este silencio ausente que a todos se los niego.



Mi silencio es sublime, para todos es sigilo
taciturno y absorto como el de un mensajero
cuando lleva un mensaje para atar algún hilo
de aquel que sufre triste en su amargo destierro.



He callado en la sombra, he aguardado en el tiempo
y he sido como el ave cuando emprende su vuelo,
más no he logrado nada, pues ando en el destiempo
que me ciega y me adsorbe y nuevamente te anhelo.



Este letargo lúgubre se parece a las rosas
que miraron mi cielo y anidaron sus nubes
volando en su paisaje como las mariposas,
recuerdos sólo quedan. Amores que antes tuve.



He callado eso es cierto. Pero cuantas noches
grite tu nombre al viento y no me respondías
y en silencio canté diciendo mi reproche
caminado solitario, y la luna me veía.

Es cierto, mi silencio carcome mi palabra
y en el fondo de los mares lánguidos la sumergen.
Es cierto que el viento no hace que una puerta se abra,
pero tampoco la cierra, si ésta ya estaba abierta.



He callado mil veces oyendo una canción
y aquella melodía me entristece más,
he callado el latido de mi dulce corazón
que dice que te ama pero jamás lo sabrás.


Lo he callado todo, todo mujer que ansío.
Enloquecido y tonto poeta enamorado
que ha secado su mar para no enturbiar tu río

con estas palabras locas, que triste te he callado.

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