Tempranamente
Tempranamente llegaste a mi vida,
una mañana fresca y desolada
donde la neblina ciega los ojos
y donde el dulce amor despierta el alma.
Mis ojos se plasmaron en los tuyos,
y fue tu luz como mil llamaradas,
los claveles abrieron sus capullos,
abrieron sus pestañas para amarte.
Abrí mi corazón para quererte,
tempranamente amé tu lozanía;
y fue testigo el cielo de ese amor.
Tu albor fue frenesí en mi crepúsculo,
otoño, primavera, ocaso, tiempo,
fue ese manto lleno de pasión.
Amarte así de pronto fue locura.
Tempranamente amé tu delirante
boca, que desprendía aquel sabor...
dulce sabor a miel como el almíbar.
Sí, llegaste a mi vida y me cegaste
mujer, que así de pronto te admiré.
Llegaste como flor de primavera
y fuiste aquella musa inspiradora.
Mi poesía dibujo en contrastes
tu rostro, tu mirada encantadora.
Te amé virgen mujer, tempranamente,
te abrí mi corazón y en el entraste,
llegaste tempranera a mi morada
y así, con frenesí también me amaste.
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