Versos al adiós del sol
La tarde languidece en la pradera
ya muere el viejo sol cansado y triste
la noche a su costado lo desviste
de su belleza plena, de su hoguera.
Sus rayos desvanecen en la higuera
¡Qué soledad tan tenue la que viste!
Ninguna soledad como ésta existe
como la que da el sol cuando se fuera.
Y poco a poco el astro va muriendo,
se ahoga su pasión en el poniente
y se oscurece todo el universo.
Y yo, sentado en un sauce sonriendo
sollozo su partida, y felizmente
concluyo recitándole este verso:
La tarde languidece en la pradera
ya muere el viejo sol cansado y triste
la noche a su costado lo desviste
de su belleza plena, de su hoguera.
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