En esta tarde de miércoles
¡Ay! que aburrida es esta tarde, que calurosa y silente,
que color de lluvia tiene el cielo y su llamarada,
que manto más absorbente recae sobre el asfalto,
que sed siento en esta tarde por tu resaca mi amada.
Rueda la luz por los techos, un hilo de ella me vierte
de una paz tan soñadora como la paz de las liebres;
que tristeza me consume, que dolor mi alma siente,
somnoliento me entristezco por tu recuerdo de siempre.
Qué aburrida es esta, que calurosa y silente,
y yo me encuentro en tu olvido quemándome lentamente.
¿Dónde estás, dónde te encuentras? Que triste amor mi alma siente...
querida de mis quereres en esta tarde de miércoles.
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