miércoles, 23 de julio de 2014

Poema desconsolado


Poema desconsolado


Amor yo cuantas veces te jure amor eterno,
cuantas noches de estrellas no te dije te quiero,
cuando un beso fugaz nos llevaba al infierno
y una caricia tierna nos prendía un lucero.



Amor yo cuantas veces jure siempre quererte...
hasta el fin de los tiempos... con todo mi querer,
cuantas veces no dije: más allá de la muerte
mi amor voy a quererte porque eres mi mujer.



Amor yo cuantas veces jure estar a tu lado
así se fuera el sol y se apagara el cielo.
Cuantas lánguidas lunas no dormí a tu costado
con miedo de perder la esencia de tu pelo.



Amor yo cuantas veces no dije: ¡ay si te me marchas,
si te marchas amada, si te me vas un día,
con mis ojos aguados, con un fulgor de escarcha
decía: si te marchas y dejas de ser mía.



Y tú con tu sonrisa, con tu blanca sonrisa,
repetías al tiempo: yo no te dejaré,
y en mí un licor de aquellos, de aquellos que dan risa,
se adentraba en tu ser diciendo te amaré...



Amor yo cuantas tardes frente al inmenso mar
te repetí te quiero, al terminar cada ola...
Y tú tan silenciosa, con tu sutil mirar
me dabas del néctar de tus labios de amapola. 



Amor yo cuantas veces no te dije esas cosas
que ahora las recuerdo con un triste dolor;
en cuantas primaveras te dedique las rosas,
en esas tardes llenas de gratitud y amor.



Pero una noche amada, con un temblor de estrella,
sentí que te marchabas, muy lejos, sí, muy lejos;
y dije entre susurros: ¡ay! se me ha ido ella...
¡ay! se me fue mi amor; te la has llevado viejo.



Amor yo que jamás dejaré de quererte.
Amor yo que aún me amargo por esa despedida.
Amor yo te querré más allá de la muerte,

pues este amor mi amada es para toda la vida.

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