jueves, 24 de julio de 2014
Segundo poema para el amor final
Segundo poema para el amor final
Si acaso estás ahora mirando las estrellas
amada piensa en mí,
que un sorbo de mi amor viaja en alguna de ellas
para llegar a ti.
No dudes... y búscame, en el brillo que destella
muy parecido a mí;
porque estaré rondando en las áureas más bellas
con sutil frenesí.
Yo estaré a lo lejos divisando tu rostro
tan dulce y tan jovial,
tú acaso estarás lejos, buscando en otro
lecho ese amor ideal.
Yo triste, allá a lo lejos bendeciré tu amor
tan locamente vano,
tú sobre algún altar con supremo dolor
enjoyarás tu mano.
Y acaso en ese instante se empañe tu mirada
tan triste... porque sí.
Me busques en el cielo... Y al no encontrarme en nada
tú solloces por mí.
Y al comprender entonces, amada, dulce amada,
que a veces el amor
puede ser un otoño, puede ser llamarada,
o una efímera flor,
te des cuenta de pronto que mi amor fue una de esas
estaciones perdidas.
Pobre amor que murió sin cumplir las promesas...
para toda la vida.
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